Con tres libras de tejido marrón rojizo escondido debajo del diafragma, su hígado produce más de 1,000 tipos diferentes de enzimas para ayudarlo a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar las toxinas.
El hígado, en su complejidad y múltiples funciones, “avergüenza al corazón, a los pulmones y a otros titulares”, comenta el profesor Rifaat Safadi, director de la unidad de hígado de 30 años del Centro Médico Hadassah.
Cada año, Hadassah admite a 7.000 pacientes en su unidad de hígado y, según el Prof. Safadi, el número de pacientes se triplicaría con instalaciones más grandes. Afortunadamente, los planes para la renovación del emblemático Edificio Redondo de Hadassah incluyen 16 camas dedicadas a una instalación de hígado expandido que, según el Prof. Safadi, «salvará aún más vidas».
Lea el artículo de la revista Hadassah sobre los pacientes que Hadassah ha salvado, como Rodney Lando, cuyos problemas hepáticos comenzaron con la mordedura de un perro en un museo, y Sara Quasrawi, quien sufrió insuficiencia hepática cuando sucumbió al golpe de calor mientras corría por el desierto.