Cuando Gila Sibony estaba en el sexto mes de su embarazo tuvó un sangrado de cerebro que atentaba en contra de su vida. Los especialistas del Centro Médico Hadassah le salvaron la vida, pero perdió al bebé. Cinco años después, Gila es la madre de una hermosa bebé que nació en Hadassah.
“Le debemos la vida de mi esposa al maravilloso equipo de Hadassah y a todos los que han hecho posible que se realicen todos estos avances médicos”, dijo el esposo de Gila, Yoni,
Gila recuerda como todo iba muy bien con su primer embarazo hasta que repentinamente comenzó a tener un dolor terrible de cabeza y colapsó en su cama. Logró alcanzar el teléfono para pedir ayuda.
El neurólogo principal de Hadassah, el Dr. Guy Rosenthal recuerda cuando recibió una llamada a las 2:00am avisando que iba a llegar Gila a urgencias. “Cuando la vi, ya había entrado en coma”, dijo él. “Una de sus pupilas estaba dilatada y eso generalmente es una mala señal, puede significar que existe presión no sólo en el cerebro, sino que también en el tronco cerebral; esto generalmente ocasiona que el paciente esté al borde de la muerte”.
Una topografía reveló un hematoma grande, es decir, un sangrado en el cerebro. “Era del tamaño del puño de un bebé, tuvimos que extirparlo”, dijo el Dr. Rosenthal.
Durante la cirugía, el Dr. Rosenthal y su equipo removieron la parte superior de su cráneo para desinflamar y poder quitar el sangrado. Este fue ocasionado por una malformación arteriovenosa cerebral, que se caracteriza por una conexión anormal entre las arterias y las venas. El problema es congénito, pero antes de esto, Gila no había tenido ningún tipo de síntoma. Sin embargo, su embarazo presionó el sistema y ocasionó la ruptura.
Poco a poco bajo la inflamación. Varías semanas después Gila comenzó a despertar. “La recuperación es un proceso muy lento, pero teníamos esperanzas”, dijo el Dr. Rosenthal.
Eventualmente Gila estaba lo suficientemente bien para empezar un programa de rehabilitación comprensiva en el Hospital Hadassah de Monte Scopus. “Juntamos a un equipo multidisciplinario, doctores, enfermeras, terapeutas de habla, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, psicólogos y nutriólogos para ayudarla”, dijo la Dra. Isabella Schwartz, Directora de Medicina Física y Rehabilitación.
Como una carretera peligrosa, el área afectada necesitaba quedar cerrada. El neurocirujano Jose Cohen insertó espirales suaves de aluminio del tamaño de un cabello humano para neutralizar el problema.
“Mi primer sueño fue levantarme y tomar café con mi esposo”, dijo Gila. “Cuándo lo pude hacer mi siguiente sueño fue caminar, poco a poco iba subiendo la apuesta en mis sueños”.
El gran sueño de Gila era convertirse en madre. Como explicó el Dr. Rosenthal, “Esto presentó un nuevo riesgo para ella; sin embargo, consultamos con el equipo gineco-obstétrico y decidimos que lo podía hacer, pero sólo si evitaba el esfuerzo del parto y tenía una cesárea”.
Cada mes fue monitoreado en Hadassah. Como hace un mes, Gila tuvó una hermosa bebé y la llamó Oreen, lo que significa luz y alegría.