A veces puede parecer que nos estamos ahogando en correos electrónicos, textos y artículos sobre COVID-19. Por un lado, señala el Centro de Bienestar Cardiovascular para Mujeres Linda Joy Pollin de la Organización Médica Hadassah, es imperativo que obtengamos información precisa para protegernos a nosotros y a nuestras familias, pero ¿cómo podemos saber qué es lo correcto y cuáles son las noticias falsas?
El fenómeno de los mensajes en los medios que contienen información incorrecta o totalmente falsa es una carga constante en nuestra vida diaria, pero es aún más frecuente y más peligroso durante un evento de salud importante como la pandemia de COVID-19. Los mensajes de «noticias falsas» podrían representar un peligro para nosotros, para quienes nos rodean y para la salud pública en general, sin mencionar el aumento del nivel de ansiedad que ya es extremadamente alto. Todos tenemos la responsabilidad de pensar dos veces antes de difundir información, primero asegurándonos de que los hechos sean confiables.
¿Cómo hacemos esto? Primero tenemos que averiguar de dónde vino la información. ¿Es de una fuente confiable y profesional, como los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) o una organización de atención médica respetada? Si no estamos seguros, es mejor mirar el sitio web de los CDC, donde se puede encontrar toda la información más reciente y confiable. La información confiable también está disponible en los sitios web del gobierno y del hospital. Es posible recurrir a profesionales de la salud que conozca y en los que confíe, como su médico de cabecera, farmacéutico o enfermero, para obtener las instrucciones más precisas. En general, es recomendable tratar la información transmitida en WhatsApp o Facebook con sospecha. La información puede haber sido parcialmente citada, fuera de contexto o desactualizada.
En este momento tan estresante, tomemos un respiro profundo antes de estresarnos por cada mensaje que recibimos en las redes sociales y actuar de manera responsable mientras difundimos información. Y manténgase a salvo: use una máscara o tapabocas en lugares públicos, lávese las manos después de cualquier contacto fuera del hogar y mantenga la distancia social.