Un niño de cinco años llamado A, regresó a casa del Kínder sintiéndose muy mal con calentura, dolores en la rodilla y una erupción en la piel. Meirav, madre del pequeño, llevo rápidamente a su hijo al doctor. Éste le recomendó que el niño tomara paracetamol. Con la medicina, lograron bajar la temperatura, sin embargo, la siguiente mañana A amaneció con más calentura que el día anterior, se encontraba mucho peor, ni siquiera podía caminar.
El doctor volvió a ver a A al siguiente día, le preocupaba mucho la extraña erupción que había aparecido su piel. Insistió al los padres de A llevarlo de inmediato a urgencias. Meirav se apresuró para llagar al Hospital Hadassah de Monte Scopus en donde otro de sus hijos había sido atendido previamente, tratado por el excelente grupo de médicos pediatras que trabajan dentro del departamento de urgencias pediátricas.
El grupo de doctores que se encontraban en la sala de emergencias en Hadassah sospechaban que el pequeño tenía una seria infección y entraron en acción inmediatamente. Realizaron al pequeño una punción lumbar y un análisis de sangre para detectar si se trataba de la enfermedad meningocócica invasiva. Los doctores más tarde confirmaron que el pequeño A padecía de la enfermedad Meningocócica invasiva misma que atacaba a todo su cuerpo a través de la bacteria Neisseria meningitidis.
Ésta es una rara enfermedad que pone en peligro la vida de quien la padece, debido a que las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal se inflaman. Además se expande por el cuerpo tan rápidamente que incluso en las personas que consiguen sobrevivir, pueden quedar con discapacidades tales como sordera, daño cerebral y problemas neurológicos. En el caso de los bebés, niños y adolecentes corren un gran riesgo de muerte.
El Meningococo, además es una bacteria contagiosa. Todos los que han tenido contacto cercano con A en el Kinder así como sus familiares debían hacerse estudios y permanecer bajo estricta supervisión. Para combatir la enfermedad, existe un tratamiento profiláctico, sin embargo, no existe una vacuna para atacar el tipo de bacteria que A tenía.
Según el Dr. Yaacov Berkun Jefe del Departamento Pediátrico de Hadassah Monte Scopus y especialista en inmunología, “se trata de una rara y extremadamente peligrosa enfermedad. Tuvimos que manejar una emergencia médica, estuvimos realmente consternados, sin embargo profundamente agradecidos al ver que A estaba respondiendo al tratamiento. Todos los años, niños pierden la vida a causa de esta terrible enfermedad. Hemos reportado este caso al Ministro de Salud para averiguar de donde puede surgir una bacteria tan peligrosa como esta.»
El pequeño siguió tomando medicamentos, pero se le permitió salir del hospital después de dos semanas con un buen pronóstico.
La madre de A comentó “somos tan afortunados de haber acudido a Hadassah Monte Scopus. Todo fue un milagro, no tenemos palabras para agradecer la pronta respuesta de parte del equipo de médicos profesionales”