Durante los últimos tres años, dos tardes a la semana, la Organización Médica Hadassah ha ofrecido a los médicos visitantes un programa médico intensivo en hebreo. La pizarra está llena de una mezcla de términos hebreos sencillos junto con las palabras para laboratorio (ma’abadah) y calavera (gullgollet). También está lo lazuz (no te muevas) y lishbor (romperse o fracturarse).
Entre los estudiantes se encuentra un oftalmólogo de Panamá, un ortopedista italiano y un radiólogo de la ex República Soviética de Georgia. Más allá de la enseñanza, la líder del curso Elisheva Pirard ayuda a los médicos a leer sus facturas de electricidad. Ella los anima a probar su hebreo también en la ciudad.
«Una experiencia positiva en Jerusalén ayuda a construir puentes duraderos», dice.