«Mi nombre es Yoel Fadel. Hoy es un día muy especial para mí. Mi hijo menor, Benny, se va a casar. Caminará hacia el dosel de la boda con su novia, pero no puedo asistir a la boda.
Durante las últimas semanas, me han tratado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el Hospital Ein Kerem de Hadassah, después de un trasplante de hígado que esperé muchos años. Obtener el hígado que salvaba vidas y celebrar la feliz boda sucedió casi al mismo tiempo.
Pero aunque no pueda estar allí físicamente, no me perderé un momento.
Con la cooperación entre la Unidad de Cuidados Intensivos, el Departamento de Telecomunicaciones de Hadassah y el equipo de producción de bodas, se instalaron cámaras en el salón de bodas. Tengo una computadora portátil en mi habitación, por lo que podré ver la boda en vivo desde la cama de mi hospital. ¡Qué sorprendente!
Me siento muy agradecido por todas las personas que me cuidaron día y noche y que me han traído a este maravilloso día. Tengo un nuevo hígado gracias a mis médicos, la Dra. Yael Milgrom Klinberger, experto en gastroenterología y enfermedades del hígado; El Prof. Rifaat Safadi, Director de la Unidad de Hígado; El Dr. Hadar Merhav, jefe del Centro de Trasplantes; y el Dr. Samir Abu Ghazala, el Dr. Abed Khalaileh y el Dr. Ashraf Imam. La coordinadora de trasplantes, Neta Malka, me llamó para decirme que habían encontrado un hígado para mí.
Un agradecimiento especial al personal de la unidad de Cuidados Intensivos, dirigido por la enfermera jefe Dvora Kirshenbaum, quien me trató con devoción y compasión. Para este día especial de la boda, incluso decoraron festivamente mi habitación de hospital. Me ha hecho muy feliz.
La computadora portátil está funcionando, los invitados ya están allí, la familia está emocionada y el personal de Hadassah prometió venir a ver la boda conmigo y compartir mi alegría.
No puedo esperar a ver a mi amado hijo romper el vaso, recordando a Jerusalén. ¡Recordaré, no solo a Jerusalén, sino también a Hadassah!